lunes, 29 de septiembre de 2008

Central Argentino




Proyecto aprobado, faltaba llevarlo a cabo.
Y volvimos por el barrio...
A las acciones pro-huerta que lleva adelante el grupo "Caracoles y Fueguitos", nos sumamos con proyecciones para grandes y chicos.
En este caso apreciamos a un maestro del séptimo arte: Charles Chaplin.
Uno de los primeros asentamientos de la historia de nuestra ciudad, vivió la experiencia lumínica y así pasamos la tarde con un montón de amigos.
El mes que viene nos esperan en el Punta del Sauce, con este nuevo emprendimiento del cineclub.
Agradecemos a todos los que nos dan una mano.

lunes, 22 de septiembre de 2008

Cine Primaveral



Señor@s, jóvenes, amig@s del cineclub sean ustedes invitados a otra fecha de proyecciones.
Es de conocimiento público el proyecto convertido en ordenanza, que promueve el traslado del cineclub por los barrios y es este sábado que el mismo se vuelve itinerante.
En el salón de la vecinal del Bº Central Argentino, barrio mítico que vio nacer a la ciudad, conocido por sus eucaliptos, será la cita para la primera visión colectiva.
En esta oportunidad proyectaremos para el paladar barrial al astro máximo del humor y la comedia muda, el señor Charles Chaplin.
Un personaje que ningún amante del 7º arte puede dejar de conocer.
El domingo nos recluimos en la tradicional sala del Teatro Municipal de Cultura, para reflexionar sobre las relaciones entre Beba, una mujer de clase media alta en decadencia, y Dora, su empleada doméstica.
A continuación veremos un material chileno, del realizador Silvio Caiozzi.
Adaptación literaria reconocida a nivel mundial, ganadora de varios premios internacionales.
Un chileno, empleado de banco, descubre en una vieja casona las pinturas de un oscuro compatriota de supuesto renombre en el París vanguardista de los años 30 y decide emprender la quijotesca tarea de rescatar ese patrimonio de incierto valor artístico.

Largamos la primavera con todo, palpitando lo que serán las segundas jornadas de cinematografía en la ciudad.

Sábado 27 de Septiembre/Bº Central Argentino

20:00 hs.: “Vida de perro” de C. Chaplin

Domingo 28 de Septiembre/Teatro municipal de Cultura

19:30 hs.: “Cama adentro” de Jorge Gaggero.

21:00 hs.: “Cachimba” de Silvio Caiozzi.

viernes, 19 de septiembre de 2008

Invitacion para cineclubistas

El Cineclub “La Quimera”, invita para el sábado 11 de octubre a partir de las 10 hs. a una reunión con la presencia del presidente de la Federación Argentina de Cineclubes (FACC) Alfredo Scaglia, además de la presencia de la secretaria de la FACC y secretaria Latinoamericana en la Federación internacional de Cineclubes (FICC) Cristina Marchese.
Esta convocatoria se da en el marco de las charlas sobre Cineclubismo, que lleva adelante Juan José Gorasurreta, y pretende, entre otras cosas, poder ser de utilidad para quienes se interesen en la actividad en el interior de la provincia.

Más información en:

www.laquimera.wordpress.com

miércoles, 10 de septiembre de 2008

Ohlalá Godard!!! ...


Amigos, socios, chismosos, amantes, cretinos, indiferentes… la luz rige para todos. A continuación un fragmento de “Conversación con Jean-Luc Godard”* donde el director deshoja algunas de las margaritas que dejo en “A bout de souffle”, film que fue proyectado el sábado 30 de agosto.


"C. d. C. - Su actitud crítica parece contradecir la idea de improvisación que suele vincularse a su nombre.
J.-L. G. -No cabe duda de que improviso, pero con materiales muy viejos. Durante años uno va acumulando montones de cosas, y de pronto las incluye en lo que hace. Yo preparaba mucho mis primeros cortometrajes y los filmaba luego muy rápidamente. Así empecé A bout de souffle. Había escrito la primera escena (Jean Seberg en los Campos Elíseos), y para el resto tenía muchísimas notas correspondientes a cada escena. Entonces me dije que este método era una locura y lo abandoné. Pensé que si uno se empeñaba en hacerlo, en un día po-drían filmarse cuando menos diez planos. Y que en vez de prepararlos con mucha antelación era mejor prepararlos justo antes de filmar. Es algo que tiene que ser posible si uno sabe lo que quiere. No se trata de improvisación, sino de un acabado de último momento. Claro está que hay que tener, y conservar, una visión de conjunto, que puede ser modificada durante cierto tiempo, pero que a partir del momento de la filmación debe cambiar lo menos posible, porque lo contrario es catastrófico.
Alguna vez leí en Sight and Sound que yo hacía una improvisación en el estilo del Actors' Studio, con actores a los que decía: tú eres tal, actúa a partir de esa base. Pero Belmondo jamás inventó su diálogo. Ya estaba escrito, sólo que los actores no se lo aprendían, sino que el film se rodaba mudo y yo soplaba las réplicas.

C. d. C. -¿Qué representaba este film cuando usted comenzó a hacerlo?
J.-L. G. -Nuestros primeros films eran, simplemente, films de cinéfilos. Uno puede servirse incluso de lo que ya ha visto en el cine para hacer referencias deliberadas. Ese ha sido sobre todo mi caso. Yo razonaba en función de actitudes puramente cinematográficas. Hacía ciertos planos en relación con otros que conocía ya, de Preminger, Cukor, etc... Por ejemplo, el personaje de Jean Seberg es una continuación del de Bonjour tristesse. Al hacer el último plano del film habría podido encadenarlo mediante un letrero que dijera: tres años después... Eso se debe a una afición por las citas que he conservado siempre. ¿Por qué reprochármelo? En la vida corriente, las gentes me suelen citar lo que les gusta. Es por eso que yo muestro personas que hacen citas, sólo que yo me las arreglo para que lo que citen me guste también a mí. En las notas que hago para utilizar en un film no es raro encontrar, si me gusta, una frase de Dostoievsky. ¿Por qué impedírmelo? Si uno tiene deseos de decir una cosa, sólo queda una solución: decirla.
Además, A bout de souffle era uno de esos films en que todo está permitido, tal era su naturaleza. Cualquier cosa que hicieran las personas podía integrarse al film. Yo había partido, incluso, de ese principio. Me había dicho: Bresson ya ha existido, Hiroshima acaba de hacerse, es decir, hay un cierto tipo de cine que se ha cerrado, que tal vez se haya terminado, entonces pongámosle punto final y mostremos que todo está permitido. Quería, a partir de una historia convencional, rehacer, pero de una manera diferente, todo el cine realizado anteriormente. Quería dar la impresión de que se acababan de descubrir por vez primera los procedimientos del cine. La apertura en iris mostraba que era posible volver a las fuentes del cine y el encadenado aparecía por sí solo, como si acabaran de inventarlo. Si no había otros procedimientos, ello se debía también a una reacción contra determinado tipo de cine, pero aquello no debía convertirse en regla. Hay films en que tales procedimientos son necesarios, y a menudo deberíamos hacerlos con más frecuencia. Como en cierta historia que cuentan: Decoin va a buscar a su técnico de montaje en Billancourt y le dice: «Acabo de ver A bout de souffle, a partir de ahora no quiero ni un solo ajuste más.»
Si cogí la cámara en la mano, lo hice simplemente para ir más rápido. No podía permitirme usar un material normal porque aquello habría prolongado durante tres semanas la filmación. Pero esto tampoco debe ser una regla: la manera de filmar debe estar de acuerdo con el tema. De mis films, aquel en que esa manera de filmar ha estado más justificada es Le Petit soldat. Las tres cuartas partes de los directores pierden cuatro horas haciendo un plano que sólo exige cinco minutos de trabajo de dirección propiamente dicho; yo prefiero que haya cinco minutos de trabajo de equipo, y reservarme tres horas para reflexionar.
Lo que me dio más trabajo fue el final. ¿Iba a morir el héroe? Al principio pensaba hacer lo contrario de, por ejemplo, The Killing: el gánster se salía con la suya y se iba a Italia con el dinero. Pero era un anticonvencionalismo muy convencional, como hubiera sido que Naná, en Vivre sa vie, se saliera con la suya y terminara llevando el coche. Comprendí que ya que mis intenciones explícitas eran hacer un film de gángsters normal, no tenía por qué contradecir sistemáticamente el género: el tipo tenía que morir. Si los atridas no se exterminan entre ellos, dejan de ser los atridas.
Pero improvisar fatiga. Siempre me digo: ¡ésta será la última vez! Fatiga mucho dormirse cada noche preguntándose qué hacer a la mañana siguiente. Es como escribir un artículo a las doce menos veinte, en el café, para entregarlo en el periódico a las doce en punto. Lo curioso es que uno logra escribirlo siempre, pero trabajar así durante meses acaba matándolo a uno. Al mismo tiempo, en todo eso hay cierta premeditación. Uno piensa que si es honesto y sincero y está obligado a hacer algo rápidamente el resultado forzosamente será honesto y sincero.
El inconveniente es que nunca se hace exactamente lo que uno creía hacer. A menudo resulta precisamente lo contrario. Esto es cierto, en todo caso, en lo que a mí se refiere, pero al mismo tiempo reivindico todo lo que he hecho. Así fue como, al cabo de cierto tiempo, me di cuenta de que A bout de souffle no era para nada lo que yo pensaba. Creía haber hecho un film realista tal como, por ejemplo, Plomo para el inspector, de Richard Quine: el resultado no era para nada eso. Primero, yo no tenía el bagaje técnico suficiente y no fue raro que me equivocara; segundo, descubrí que yo no estaba hecho para ese tipo de films. Hay muchísimas cosas que quisiera hacer y que no logro hacer. Por ejemplo, planos de coches que se hunden en la noche, como en La téte contre le mur. Quisiera, también, como Fritz Lang, realizar planos que fueran extraordinarios en sí mismos, y no lo logro. Entonces, hago otra cosa. Me gusta enormemente A bout de souffle, que durante algún tiempo me daba vergüenza, pero ahora lo coloco en el lugar en que había que ponerlo: del lado de Alicia en el país de las maravillas. Antes creía que se trataba de Scarface.
A bout de souffle es una historia, no un tema. El tema es algo simple y vasto que puede resumirse en veinte segundos: la venganza, el placer... Una historia puede resumirse en veinte minutos. Le petit soldat tiene un tema: un muchacho que tiene el espíritu confuso se da cuenta de ello y trata de tener el espíritu más claro. En Une femme est une femme: una muchacha quiere tener un hijo como sea y en seguida. En A bout de souffle estuve buscando el tema a todo lo largo de la filmación y, finalmente, me interesé en Belmondo. Lo vi como una especie de bloque que había que filmar para saber lo que contenía. Seberg, por el contrario, era una actriz que me inspiraba deseos de hacer toda una serie de pequeñas cosas que me gustaban, esto provenía de ese lado cinéfilo que ya no tengo..."


* CONVERSACIÓN CON JEAN-LUC GODARD
(Cahiers du Cinêma, n.° 138, diciembre de 1962, número especial dedicado a la Nouvelle Vague, realizado por Jean Collet, Michel Delahay, Jean-André Fieschi, André S. Labarthe y Bertrand Tavernier). (Editado en el libro Jean-Luc Godard por Jean-Luc Godard, Barral editores.)

Subrayada y comentada por Javier Diment en www.mabuse.com.ar

martes, 9 de septiembre de 2008

Septiembre en el cineclub


Cine, cine, cine, cine…
Cine, cine, cine, cine…

No me digas que no te avise.

El fin de semana tenemos cita con la cinematografía.
En la sucesión de imágenes del sábado veremos una exquisita comedia negra de las que siempre nos tiene preparadas Alex de la Iglesia, este realizador español, que hace de “Crimen ferpecto” una lapidaria crítica a la sociedad de consumo, a la fiebre del éxito, a los cánones de la belleza.
El domingo retrocedemos a los años 50´, nos metemos en el Japón, y Akira Kurosawa nos sorprende con “Rashomon”, la historia de un crimen, relatado desde la perspectiva de los involucrados. Cada uno develará un detalle de lo ocurrido. Perla cinematográfica como nos tiene habituado el cineclub.
Continuado, en nuestra vitrina nacional, podremos apreciar un excelente trabajo, (y me saco el sombrero), de Sergio Iglesias.
Un documental basado en el informe que realizara haya por 1904, el abogado y médico Juan Bialet Massé.
El informe se titula “Informe sobre el estado de las clases obreras argentinas”, y fue un trabajo que Roca le encomendó a Bialet Massé.
En este trabajo “Bialet Massé, un siglo después…” Iglesias recorre el país y nos muestra el pasado y presente de un pueblo rico y sometido.


Sábado 13 de septiembre

22:00 hs.: “Crimen Ferpecto” de Alex de la iglesia.

Domingo 14 de septiembre

19:30 hs: “Rashomon” de Akira Kurosawa.

21:00 hs: “Bialet Massé, un siglo después…” de Sergio Iglesias.

Los socios tienen entrada gratis a todas las proyecciones.
Recuerden que el cine a fin de mes sale a los barrios y estamos palpitando las 2ª jornadas de cinematografía en La Carlota.
En el teatro municipal de cultura.